A veces quizá lo que sabemos es una gota de agua y lo que ignoramos puede que sea todo el océano, jamás sabremos la verdad de las cosas si no estamos dispuestos a escuchar.
Es necesario escuchar a los demás y conocer la verdad, para que la ignorancia no nos cegue y nos quedemos sólo con una gota de mentira en lugar de un mar de verdad.